"Viene a esta tierra un barquito, más típico no lo hay, más blanco y más bonito en toito el muelle de cai...". Así comenzaba el pasodoble de la comparsa de Paco Alba, "Los hombres del Mar" del año 1965, que le dedicaron a este barco en la que la mayoría de l@s gaditanos/as y portuenses/as se han montado para ir del río Guadalete al muelle ciudad de Cádiz durante muchos años, antes de que llegaran el Servició Marítimo del Consorcio de Transporte de la Junta de Andalucía y de que sucediera el fatal desenlace hace poco más de dos años.
La comunicación entre El Puerto de Santa María y Cádiz, data de muchísimos años atrás. El primer transporte entre ambas ciudades, fue el Vapor Cádiz que explosionó en 1929. Tras esta explosión fue el ADRIANO I el que continuó con el transporte de pasajeros, alternandose con el ADRIANO II, construido en 1932 y cesando sus viajes en 1982. Del 1955, data el ADRIANO III, que en estos momentos permanece en el Puerto de Santa María.
La motonave, Bien de Interés Cultural desde el 2001, realizó su último viaje el 30 de Agosto del 2011, cuando camino de Cádiz, colisionó con una escollera por error del patrón del barco. Llegó al puerto, donde instantes después, se hundió. Hundido permaneció 28 días, hasta que la empresa armadora Divership lo reflotó y lo llevó a Navantia San Fernando. En noviembre del 2011, tres socios se hicieron con la empresa Motonaves Adriano S.L e intentaron recuperar el "Vaporcito del Puerto", anunciando que la motonave saldría a navegar en 2012, coincidiendo con el famoso "Bicentenario de la Constitución". Y a raíz de la compra de la empresa, el barco, abandonó el astillero isleño para trasladarse al varadero portuense para sufrir una reparación completa para que volviera a navegar, algo que a día de hoy, no se ha llevado a cabo.
Casi un año después del hundimiento, el propietario del barco, anunció que ya el barco no realizaría la línea regular entre el Puerto y Cádiz porque ya lo hacían los catamaranes y lo siguen haciendo, de manera más eficiente a lo que lo haría El Vapor y realizaría rutas en función de la demanda.

Espero - desde estas líneas- que el barco donde me he montado de pequeño durante muchos años para ir a la ciudad portuense en los días de verano con mi familia, vuelva a navegar por el mar azul, desde el puerto de Cádiz hasta el muelle de San Ignacio o por otros puntos de la Bahía para hacer rutas turísticas, haciendo sonar esa sirena que tanto recuerdos nos trae.
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