Una noche cofrade que acabó en protesta

Sorprendente, impactante, dantesco, bochornoso. Lo acontecido ayer jueves santo en San Juan de Dios tiene muchos calificativos. Jamás pensaba que una cosa así sucedería en nuestra Semana Santa. Siempre que ha pasado algo de esto, es decir, de crítica por ciertas discrepancias en formas de cargar, han sido dos o tres personas las que han subido su voz y se han pronunciado en contra de lo que estaba pasando en ese instante. Pero ayer, lo que presencié mientras esperaba al Nazareno en este punto de la ciudad, iba más allá de dos o tres personas.

El público esperando la llegada de la cruz de guía a la calle San Juan de Dios

Fue todo en un momento. Algo se esperaba. Un grupo de Policías locales se ubicaba en la calle San Juan de Dios con la plaza de dicho nombre mientras a pocos metros de éstos, ciertos conocidos gaditanos y de los medios de comunicación conversaban tranquilamente. El ambiente estaba raro, era muy extraño todo lo que mis ojos veían. Quizás era yo el que no estaba acostumbrado a una recogida del Nazareno y por eso veía la cosa así. Pero no. Todo tenía un porque. 

Cuando la cruz de guía entraba en la calle reseñada anteriormente, una pareja de policía se situaba delante de la misma y la acompañaba en su avance hacia el Campo del Sur, a la misma vez que se establecía una especie de cordón policial para evitar cualquier incidencia. Todo en ese momento, era un murmullo de las voces de centenares de personas que hablaban con su grupo de amigos y amigas a la espera del paso de la cofradía. Pero alguien, abrió la veda. Tímidamente se escucharon silbidos provenientes de varias personas que se encontraban en la cercanías de la calle Sopranis. Los silbidos fueron aumentando y ya lo siguiente fueron los gritos y las protestas. "Nazareno por botica" o "Junta dimisión" fueron las consignas que se escucharon al paso del cortejo procesional. En ese momento, rodeado de personas tanto del barrio como de la ciudad, veía impactado lo que estaba sucediendo. Las consignas anteriores se unieron a algunos insultos a la junta de gobierno, a los capataces o a la cuadrilla de cargadores que veían impávidos lo que estaba aconteciendo. Un momento que dará que hablar y del que habrá que hacer balance para evitar que se vuelva a repetir.

El espacio de recogimiento se había roto y aquello se había convertido en una concentración protesta, que solo quedo en eso, en protesta. Quizás el lugar no era el idóneo para hacer lo que hicieron algunos, de los seguramente unos cuantos no eran ni del barrio. Un barrio que mostró su descontento durante minutos y que luego, mientras el misterio avanzaba hacia el campo del sur, mostró su apoyo con aplausos y vítores hacia la cuadrilla de cargadores que iba meciendo al greñuo. La Virgen de los Dolores se acercó a la misma calle a paso de tambor, pero al contrario que al misterio, apenas recibió gritos de protesta o silbidos. Tras una breve parada, volvió a sonar una de las marchas interpretadas por la Banda de Música "Enrique Galán" de Rota y el publico, mientras tanto, abandonaba el lugar camino de otros puntos del centro.

Tras el paso por este punto, el nazareno salía por el campo del sur junto a su madre y se recogía en su templo pasadas las cinco de la madrugada. Una recogida marcada por los acontecimientos sucedidos minutos antes y que, en menor medida, también tuvieron lugar en la puerta de la iglesia nazarena y que empañaron el tramo final de la madrugada gaditana y sobre todo, de la cofradía de Jesús Nazareno, que no deparará en cambiar el recorrido al habitual si la decisión tomada meses atrás no hubiera funcionado en la noche de ayer.

Estaremos a la espera de nuevos acontecimientos referentes a este conflicto cofrade-barrial.