Nervios. El dormir la noche antes del acontecimiento que tuvo lugar en la mañana de ayer en el Ayuntamiento de Cádiz y en la plaza de San Juan de dios fue imposible. Milito en Podemos Cádiz desde hace más de un año y he participado en tres comicios electorales y en todas ellos, he sentido lo mismo: tranquilidad en las primeras horas y nervios, que iban aumentando a lo largo del día hasta culminar con la alegría y la satisfacción de haber sacado cinco eurodiputados, quince parlamentarios y ocho concejales, respectivamente. Y además, con la satisfacción de haber hecho un buen trabajo que se veía recompensado con estos resultados rompedores que jamás se habían visto.
Podemos llegó hace más de un año para devolverle la ilusión a la ciudadanía. Y lo está haciendo. Después de varias semanas, tras acabar las andaluzas, la mente estaba puesta en las municipales, las cuáles hace un año empezaron a gestarse en el edificio de sindicatos. Ha llovido mucho desde entonces, pero a día de hoy, podemos respirar tranquilos y sentirnos satisfechos de haber concurrido a las municipales. A pesar de los escasos recursos económicos de nuestra candidatura, sacamos el trabajo adelante con un gran capital humano que estuvo día y noche trabajando para vencer la noche del 24 de Mayo. Un trabajo que empezó con la recogida de firmas y siguió con la unión de firmas y documentos de identidad. Un trabajo arduo y que nos llevó horas y horas, pero como ya digo, hay mucha gente que dedicó su tiempo para sacar adelante esta campaña y poder llegar a donde hemos llegado. La campaña fue bonita y fueron dos semanas de reparto de octavillas, de pegadas de carteles, de hablar con la gente, de recorrerse de la caleta a cortadura, de puntales a la viña para hacerle ver a la gente que Por Cádiz Sí Se Puede era una candidatura de la gente y que salía a ganar esta ciudad tan destruida por las políticas del Partido Popular y tan consentidas por otros grupos de la oposición.
Me tocó por segunda vez, coordinar l@s apoderad@s e interventor@s que estaban por cada colegio electoral de la ciudad y que a pesar de algún que otro problema, todo salió perfectamente. No cerré colegio pero porque me tocaba estar en otro lado. Tocaba preparar en el cuartel general, que se nos quedó pequeño, para recibir a mi compañero y amigo, Jose María González "Kichi". Eran muchas las personas que se agolparon en Rafael de la Viesca para acompañarnos en nuestra fiesta y para celebrar el éxito conseguido. Un empate a 8-9 se vislumbraba en los primeros instantes del escrutinio pero con el paso de los minutos, el empate se convirtió en una victoria del PP por diez concejales a ocho ante una candidatura de unidad popular que volvió a romper el tablero pero esta vez, a nivel municipal. El escenario que se abrió dio que hablar y le ponía el punto y a parte a la presencia de Teófila Martínez en la Alcaldía de Cádiz, que pasaría a ser concejala del consistorio que ha gobernado durante veinte años. Veinte años de Teofilato, que acaban con la entrada de "Kichi", ahora mas que nunca, en la casa de toda la ciudadanía de Cádiz.
Una ciudadanía, que ayer me puso los pelos de punta, que me hizo flipar más que nunca. A estas horas, no he visto el debate de investidura y ayer tampoco escuché ni vi nada de lo que ocurrió en el salón de plenos. Pero si vi y presencié lo que ocurrió en la plaza y en el propio balcón del Ayuntamiento, donde, mis compañeros y compañeras, mis amigos y amigas, contemplaron que el pueblo está con ellos y ellas a pesar de no ser unas personas conocidas como alguno de los concejales salientes. Ayer, esperé con ganas ese momento. No podía distraerme, aquí y allí como siempre, "todo tiene que salir bien" pensaba y decía, no podía faltar ningún detalle y menos en este día. "Tranquilízate" me decían. Pero todo tenía que estar bien. Y bien estuvo. El "Kichi", claro, muy bien. Fue un momento histórico, inimaginable, que dentro de unos años recordaremos y disfrutaremos como si lo estuviéramos viviendo en ese instante. Un momento que tardó en llegar casi dos horas desde que se inició el pleno de investidura. Pero la espera era lo de menos. Lo bueno dura poco pero fue un momento intenso y tan emotivo que más de uno se emocionó como nunca lo había hecho.
Junto "ar Kichi", estaba mi gente, ¡y que gente!. Mi amiga Laura, que fue de las primeras personas que conocí en Podemos Cádiz, estaba espectacular, muy emocionada y apoyando a su gente de Valcarcel Recuperado. Mi amigo Adri, un hermano y crack donde los haya. Mi compañera de batallas estudiantiles María Romay. Ana Camelo, la cañera de la limpieza, salió mostrando una camiseta feminista y de los delphis ante el pueblo gaditano. Ana Fernández, otra gran mujer de candidatura que portó la bandera LGTB en esta investidura. Un bonito gesto para este colectivo tan castigado y que tendrá el protagonismo que se merece en el Ayuntamiento y en la ciudad. Para terminar, Lolo y David, hombres del Ayuntamiento que seguirán ahí pero ahora como concejales y a los cuáles aprecio mucho desde el primer día que los conocí. Como yo les digo, "grandes". A todxs, los vi desde la plaza, desde la calle, mi sitio natural y fue ahí donde me emocioné y me subí a una nube en la que estuve y sigo estando a estas horas del día de hoy. Mis amigos en lo mas alto hoy, pero sabiendo que mañana estarán con Pepi, con Manuel, con Mila, con Antonio, con colectivos, con asociaciones, con los estudiantes.....es decir, con el pueblo, que es con el que tenemos un compromiso y que formará parte importante de nuestra ciudad y de nuestras políticas.
Políticas para la gente, políticas para aquellos que se han visto azotados por las gaviotas, políticas para el pueblo, un pueblo que ayer gritó "que sí, que sí, que si me representan" y que puso los pelos de punta, increíble. Y como dice Kichi, "vamos a gobernar obedeciendo".
Ahora, seguimos en la nube y seguimos emocionándonos viendo a la ciudadanía recibir al alcalde que dejó su bastón de mando y dejó un discurso maravilloso. Hasta que baje, déjenme caminar por las nubes y escribir la historia que jamás nadie imaginó.
